El Nasciturus

La Palabra de Dios predicada a los Políticos.
El nascisturus.
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Por premura de tiempo me veo obligado a alterar el orden de la prédica semanal en el año litúrgico.
Yo conmino a todos los políticos que votaron a favor de la ley del aborto a ver y escrutar cinco o seis fotografía del aborto de trece semanas del bebé Aído.
Brazos, piernas, cuerpo, cabeza, ojos y orejas triturados, sanguinolentos y ensangrentados por su desaprensivo y mal concienciado voto.
Votar aborto es propio de una derecha o una izquierda incivilizada, antiprogresista, retrógrada y montaraz.
Hubiera sido un voto humano, civilizado, progresista y culto, el votar una ley que defienda al nasciturus y a la embarazada para ayudarla a culminar su gestación y criar a su hijo, en salud y educación.
El aborto es un crimen nefando siempre, incluso en la violación o malformación. Eliminación propia del racismo nazista.
Los pueblos más civilizados defienden el más alto valor de la ley natural y el bien supremo de la especie humana, el nasciturus, y cuando defienden los disminuidos, los discapacitados o los inocentes ilegítimos muestran que están llegando a la más alta civilización y cultura.
Una red de “residencias para madres embarazadas” o las antiguas “casas cunas” en que temporalmente se pudieran desarrollar estos niños, hasta que la madre lo reclame definitivamente o la adopción, con garantías pero rápida y eficaz, que dé nuevo hogar al niño.
Y así los trescientos cincuenta diputados, con unanimidad y sin salvajismos, pudieran haber podido encontrar como los pastores, hombres de buena voluntad, “al niño con María”, Almudena, Begoña, Monserrat, Pilar, Macarena, Rosario o Fuencisla, “su madre” “recostado en un pesebre” pobre quizás, pero pesebre buscado y protegido, arropado y lleno de amor y cariño humano, no asesinado y muerto, sino vivo, VIVO.
Quizás hubieran visto a los ángeles en su corazón y se hubieran sentido plenamente personas humanas y no muñecos de partidos.
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Nota para inteligentes:
Por mucho que la ley civil legalice el aborto como derecho, el aborto científicamente y humanamente siempre será un crimen y un asesinato, porque ninguna criatura o persona humana y menos ningún político, puede cambiar la ley natural ni la propia naturaleza humana. Es decir, seguirá siendo un crimen. Un asesinato legalizado.
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¿Algún activista me puede mandar varias fotografías de un feto de trece semanas y de un aborto de trece semanas como el bebé Aído? GRACIAS.
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